A finales de 2019 varios terremotos afectaron con fuerza a varias islas filipinas. En Kiblawan la escuela escolapia sufrió graves desperfectos obligaron a desalojarla y derruir casi todas las aulas. Durante varias meses dieron clase en el patio y cuando aún estábamos buscando ayuda para reconstruirla llegó el Coronavirus.
Aunque actualmente se continúa con las clases a distancia, repartiendo materiales para que el alumnado pueda avanzar, nuevas aulas están ya disponibles para cuando se pueda regresar presencialmente. Mucha gente y distintas provincias escolapias se han implicado para que esto sea posible. Gracias a todas ellas, especialmente , al Arciprestazgo de Tafalla, que dedicó a esta causa su “Txaparron solidario”.