El comedor de la Escuela de Anzaldo se puso en marcha en el año 1995. Eran muchos los niños y niñas que acudían sin desayunar a la escuela, que se desmayaban o que claramente no podían aprovechar las clases por falta de alimentación.
Tras analizar la situación nutricional del alumnado y constatar un serio problema de avitaminosis y desnutrición, en algunos casos severa. Se impulsó un comedor escolar que atiende a todos aquellos estudiantes que no estando en el internado (los internos ya tenían garantizado desayuno, comida, merienda y cena) acuden a la escuela, desde el propio pueblo o desde las comunidades de alrededor.