Y sin darnos cuenta llegó el día. El esperado sábado 20 de abril llegó para recordarnos que llevamos 10 años de camino recorrido.

Constatamos que queremos seguir caminando y sumando personas, sueños y proyectos a esta plataforma de misión compartida que es Itaka-Escolapios.

Una fiesta llena de agradecimiento

Fue un día espectacular, soleado y alegre. Los permisos para hacer el pasacalles y salir al barrio llegaron, horas antes, pero llegaron. Y nos posibilitó celebrar en el parque de Aluche eje vertebral de la vida adel barrio, bailar por la calle y dar salida a lo que sería una jornada de encuentro y fiesta.

Nos sentimos muy acompañadas por Iván, Provincial y Patrono de la Fundación, compañeras e inspiración que desde Valencia vinieron a abrazarnos, Pili (antigua patrona) y Noe, la actual patrona, que no pudo acompañarnos a pesar de su deseo de hacerlo.

Amigas de la primera sede con quien recordar hazañas y anécdotas de los inicios. Lucía, Guille (en la distancia), Toci…

Por supuesto estuvo presente el futuro y el presente de la sede de Madrid. Todas las personas voluntarias que hicieron posible estos 10 años y este día. El equipo, de sensibilización, de formación y voluntariado, el equipo del Sal de tu tierra, los técnicos, Pedro y Elena. Amigas y amigos de la Fraternidad que se acercaron a montar, colocar, pegar, cocinar…y el AMPA de Escolapios Aluche que se mostró disponible en todo momento para ayudar, facilitarnos logística del evento.

Gracias al Juniorato y especialmente a Alejandro, siempre dispuesto y disponible a ayudar y facilitar las cosas. Y a nuestras compañeras Mila y Vanesa por haceros presentes desde el Programa Paula Montal, con quien compartimos presencia en el barrio y mucho más.

¡10 millones de GRACIAS!

Enraizados en Calasanz

Nos llevamos el corazón lleno al ver cómo el Centro Socioeducativo y los patios del colegio se llevaban de jóvenes deseosos de hacerse presentes y participar, usar los espacios abiertos, hacer deporte, dialogar entorno a la mesa, cantar freestyle, posar con sus fotos, bailar…y celebrar de distintos modos que “Itaka” forma parte de su vida y lo sienten suyo.

Gracias a ellos y ellas pudimos hacer torneos de deporte, tener la “terraza” del centro lista para el evento con sus mejores galas, instalar la intervención artística de Inside Out Project, tener dos grafitis preciosos de un amigo cercano del CSE que con generosidad nos ha colaborado, y esto no ha hecho más que empezar…

El deseo de continuar la obra de Calasanz desde los niños y jóvenes cada a vez late más fuerte en nuestro corazón, y la intuición se nos confirma cuando vemos cómo participan y colaboran con el centro, que es suyo, con cualquier actividad que se les propone…seguimos adelante, transformando vidas para transformar la sociedad, enraizadas en Calasanz ¡por otros 10 años más!