El internado de Sokone ofrece una solución a las dificultades educativas que algunos padres encuentran en las zonas rurales. En particular, ofrecen un hogar a los niños y niñas que vienen de las aldeas vecinas para estudiar. Cabe señalar también que muchos padres, fuera de la ciudad, envían a sus hijos a estudiar allí por los buenos resultados obtenidos en las escuelas públicas y privadas. El mayor desafío del internado es ayudar a los padres en su misión educativa. Gracias al clima creado en el internado, los internos adquieren muchos vaores: solidaridad, fraternidad, respeto al prójimo, convivencia, tolerancia religiosa, interculturalidad, sacrificio escolar, espíritu de grupo, … Terminan su educación con un plus que les permitirá luchar a nivel académico y social para triunfar en la vida profesional e incluso social. Debido a su naturaleza mixta, el internado Sokone, dividido en dos grandes edificios, proporciona un entorno ideal para que los niños y niñas se desarrollen en todos los niveles y satisfagan las necesidades de la población rural. Todo este trabajo realizado por los Padres Escolapios responde a su vocación primordial de evangelizar educando a los niños y jóvenes, especialmente a los más pobres, a través de su binomio: la piedad y las letras. Los padres sienten que los están apoyando en su trabajo a través del apoyo que reciben de los Padres Escolapios. Este año escolar 2016-2017, este internado mixto ha atendido a 86 internos, entre ellos 41 niñas y 45 niños.