Dar parece difícil porque pensamos que lo que tenemos es nuestro: se nos olvida que todo nos ha sido dado, que nada nos vamos a llevar a otra vida, que somos solo administradores, que es una gran suerte poder dar porque indica que tenemos.

Es más difícil recibir, porque nos parece humillante, nos hace sentirnos dependientes de otros, nos avergüenza… porque nos olvidamos que casi todo lo hemos recibido: la vida, la salud, la familia, la naturaleza, los amigos…

Y todavía más difícil es compartir, porque queremos ser autónomos, controlar a los demás, guardar nuestra propia seguridad… y nos cuesta descubrir que la felicidad es compartir, que lo que somos y tenemos es siempre para servir…

Tres grandes descubrimientos que hacemos en nuestra Red Itaka – Escolapios: damos lo que somos y tenemos y cada vez nos resulta más fácil, recibimos mucha ayuda y la acogemos con alegría porque sabemos que es para los demás, compartimos y ahí nos sentimos felices.

¿Has probado a dar, recibir y compartir?