Estos ejemplos inspiran y demuestran que por muy pequeños que puedan parecernos nuestros actos cotidianos, si se hacen desde la perspectiva de la ayuda y la solidaridad pueden cambiar la vida de muchas personas. No sólo influirán en el beneficiario directo, sino que generarán un movimiento global de ayuda y conciencia social que ReIniciará grandes cambios.
1.Linda y sus tres hijos reescriben su historia gracias a decenas de lectores
Vivir en una única habitación con tus tres hijos y dormir todos juntos en un colchón, no es una situación que nadie desee para sí mismo. Pero, además, encontrarte confinado y atrapado en esta realidad hace más difícil encontrar fuerzas para salir de ella.
No obstante, a veces, pedir ayuda o hablar de lo que te ocurre es el primer paso para ese cambio que tanto se necesita. Esto le ocurrió a Linda cuando, tras publicarse un artículo en un periódico con un testimonio suyo en el que desvelaba su situación, numerosas personas se pusieron en contacto para realizar algún tipo de ayuda a esta familia sin conocerla.
Se enviaron muchas pequeñas aportaciones que, sumadas a las donaciones habituales de una asociación con fines humanitarios, hicieron posible el pago de un alquiler.
Una pequeña ayuda, añadida a muchas pequeñas ayudas, le cambiaron la vida a Linda y a sus tres hijos.
2. Un grupo de Facebook reúne en dos días a más de 700 cordobeses
Hacer la compra a otros vecinos o coser mascarillas, han sido dos de los gestos micro solidarios más vistos durante esta pandemia.
En este grupo de vecinos de Córdoba, se ha tejido una red de ayuda mediante Faceebook, en la que cada uno ofrecía su ayuda y exponía sus necesidades. De esta forma, si necesitaban que les llevaran la compra, les hicieran llamadas de control o compañía, o quizá les comprasen medicinas, se ayudaban entre todos y se sentían arropados por esta red solidaria y espontánea que se creó para ayudar a quienes lo necesitaban en aquellos momentos.
De esta manera, de forma individual, contribuimos con nuestra ayuda a la comunidad, cada uno como puede, con gestos pequeños que significan mucho para quien los recibe.
3.Un restaurante de carretera habilita un servicio gratis para transportistas.
En unos meses en que el mundo se ha parado para muchos de nosotros que nos hemos visto obligados a quedarnos encerrados en nuestras casas, otros como los transportistas, seguían trabajando para suministrar productos necesarios a todo el país.
Afortunadamente, algunos de ellos, han contado con el reconocimiento de otro colectivo como los bares de carretera, que ha puesto a su disposición comida y bebida en formato autoservicio.
Esto es lo que hizo El Hacho I, un restaurante de Sevilla que, ante la situación generada por el Covid 19, decidió tomar cartas en el asunto y colaborar con los transportistas afectados por el cierre de bares y restaurantes.
Y como dicen algunos de sus usuarios, puede que este restaurante no tenga las 5 estrellas Michelin por su comida, pero si las tiene por humano, generoso y solidario.
Sin duda, lo que ha quedado patente es que somos capaces de ayudarnos y es en los momentos de más necesidad cuando se agudiza nuestro ingenio y cada uno individualmente propone soluciones a los problemas de los demás.
Como ves, estos son solo tres ejemplos de pequeños gestos que cambian vidas. Además de reiniciar grandes cambios en las vidas de quienes reciben la solidaridad de estos gestos, han continuado sembrando un espíritu de generosidad y ayuda que puede llegar a provocar cambios mucho mayores.
Y ahora qué ya sabes qué son acciones Microsolidarias, esas pequeñas historias que inician grandes cambios, cuéntanos la tuya en: www.Itakaescolapios/microsolidarias.org
No hay gesto pequeño. Ayudar puede ser algo cotidiano, pero su efecto en la vida de los demás es real y duradero. Son acciones Microsolidarias. Historias pequeñas que inician grandes cambios ¿Tienes la tuya? Cuéntanosla en: